Con el tiempo comprenderás que las mejores vacaciones pueden ser en unos labios; que hay invierno en verano, poesía en otoño, que hay luna en las noches oscuras y que no todas las flores nacen en primavera. También aprenderás que nada es eterno, pero algunos instantes se quedan muy cerca de serlo; que las cicatrices del alma no se curan con nada pero se aprende a vivir con ellas, aprenderás que las promesas caducan, los sueños cambian, los planes se modifican y las personas decepcionan; que hay dolor detrás de sonrisas, amor detrás de "te odios" y de "cuídates", razones y arrepentimientos detrás de silencios; que los mejores besos que nunca te han dado andan escondidos en miradas y que unos brazos son sin duda el mejor abrigo que te pueden dar, el que quita el frío de verdad.
Con el tiempo entenderás lo valioso que es un te quiero, un qué tal estás, un gracias, un lo siento y un te he echado de menos, y que, aunque sean palabras, algunas pesan tanto que no se las lleva el viento; entenderás la importancia de una sonrisa, un abrazo, una risa, un buenos días, un beso en la frente, una comida de antaño, un café entre amigos y de una carta inesperada en el buzón o... simplemente en tu recuerdo.
Con el tiempo cambiarás tus prioridades, tu manera de pensar, de reír, de vestir y de soñar, cambiarás tu número favorito por el de una fecha, tu canción por una banda sonora original en el silencio de unos brazos y tu color favorito por el de esos ojos... Tantas cosas cambiarás... El tiempo también te hará llorar, gritar de rabia, enfadarte, desengañarte, añorar momentos pasados... Pero te enseñará que no hay que arrepentirse, que hay que arriesgar, que hay errores, miradas, besos y momentos... que son los únicos que dan sentido a esto.
Y con el tiempo te darás cuenta que no hay más tiempo... que es hoy y ahora la hora de actuar.
Pero sólo... sólo te darás cuenta con el tiempo...
Nos vemos
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