sábado, 26 de octubre de 2013

Parar

¿Hay que parar de andar en invierno? ¿Para que? La verdad que hay muchos entendidos en la materia, entrenadores que dicen que hay que parar completamente de andar unos días o semanas... Menos mal que yo no he leido muchos libros, ni acostumbro ha hacerles mucho caso.
No suelo hacer las cosas bien, acostumbrado a ir contra-corriente, a hacer cosas que la gente no acaba de entender, a llevar la contraria, a no dar nada por supuesto, a hacer las cosas al reves, a vivir y dejar vivir, a preguntar, a aprender a equivocarme por mi mismo que tantos quebraderos de cabeza me ha dado en alguna ocasión, a aprender de la propia vida. Escucho a mi corazón y las piernas lo siguen. Así es... La libertad de equivocarse uno mismo. Lleno mi vida de color, nada en blanco y negro, el color fluye, la sangre fluye. Te hablo con fuerza, con la fuerza que dan mis piernas, de aquí no puedo irme, el monte es mi casa.

En invierno los montes siguen estando ahi, con otra cara y con algo mas de ropa pero no hay que parar de andar ni un segundo. Y es que nadie conoce el ritmo de tu corazón, como bombea, como late, lo triste que se queda cuando tu no estas, al verte pasar, cada suspiro, cada mirada al infinito,...

Ese ultimo beso, lo recordaré hasta que volvamos a encontranos, lo recordaré porque me visitas cada noche en mis sueños.

Os dejo, que el monte me llama...

Nos vemos