Un dia no hace mucho tiempo iba con mi mtb, como de costumbre, por el monte disfrutando de la ruta que tocaba y me encontre con un ser extraño. Me pare de repente, se acerco hacia mi rapidamente sin darme tiempo a reaccionar y me dijo: "Entre el cielo y la tierra hay muchas más cosas de las que tus ojos pueden ver. Si no cierras bien los ojos, muchas cosas no se ven. Si tú quieres, puedes escuchar con los ojos, con el alma, es como una comunión con los seres que nos rodean, escucha, escucha tu interior, aquí dentro", dijo poniendo la palma de su mano en mi frente. "Justifica las limitaciones y ciertamente las tendrás".
Yo perplejo me quede escuchando sin poder moverme, una rafaga de viento me hizo abrir los ojos y en un segundo desapareció, parecía un sueño pero yo estaba alli en lo alto de la montaña. Los árboles, los animales allí seguian. Inicie la bajada todavia algo confuso, mi mtb tiraba de mi como nunca antes lo habia hecho, endiablada iba hacia abajo, pero sin embargo marcaba las trazadas perfectas mordiendo cada piedra, cada raiz, cada grano de arena, con un mimo y un control inexplicable, en la vida habia bajado tan a gusto como lo hice ese dia.
Solo hace falta escuchar al camino, te va diciendo por donde pasar y te va marcando la trazada, no te marques tus propios límites, solo hay que dejar que tu mtb ruede. Escuchar y pedalear. Nada mas.