Me gusta no hacer caso a la gente, no hacer lo que hace el resto, no hacer lo que hay que hacer simplemente porque "hay que hacerlo", me gusta hacer las cosas un poco al reves, me gusta probar las cosas por mi mismo, equivocarme, aprender y volver a equivocarme, es algo sencillo, es divertido, me equivocaria una y otra vez, si lo hiciesemos juntos, si al despertar estuvieses siempre a mi lado.
Cada pedalada de esta simple vida tiene mas sentido contigo a mi lado. Cada pedalada que dimos el otro dia mientras subiamos aquel puerto, vi algo amarillo que se movia, era una mariposa que revoloteaba alrededor nuestro, nos acompañaba, la miré cuando estaba a mi lado, algo me dijo, me sonrió y se marchó agitando sus alas. Eras bonita, llamativa,...
Estos días toca carretera, ando esperando a que llegue mi nueva mountain bike donde nos volveremos a encontrar en el monte mas cercano, pedaleando, soñando, tenemos que hablar...
Nos vemos
sábado, 23 de febrero de 2013
domingo, 3 de febrero de 2013
Historia de la felicidad
Cuentan que una vez, se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlos a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo:
Un momento, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, ¿Que les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo:
¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que nuca, nunca, la encuentren.
Propuso el primero:
Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien subirá, y la encontrará, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.
Luego propuso otro:
Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contestó: no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien construirá un submarino, y entonces la encontrará.
Uno mas dijo:
Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron:
No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirá, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
El ultimo de ellos, el más viejo de todos, era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses. Analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo:
Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren.
Todos se quedaron muy asombrados y preguntaron al unísono: ¿Donde?
La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran. Todos estuvieron de acuerdo, y así se hizo.
Desde entonces, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad, sin saber que la lleva dentro de él.
Nos vemos
Un momento, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, ¿Que les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo:
¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que nuca, nunca, la encuentren.
Propuso el primero:
Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien subirá, y la encontrará, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.
Luego propuso otro:
Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contestó: no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien construirá un submarino, y entonces la encontrará.
Uno mas dijo:
Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron:
No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirá, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
El ultimo de ellos, el más viejo de todos, era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses. Analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo:
Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren.
Todos se quedaron muy asombrados y preguntaron al unísono: ¿Donde?
La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran. Todos estuvieron de acuerdo, y así se hizo.
Desde entonces, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad, sin saber que la lleva dentro de él.
Nos vemos
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