Este año ha sido una año duro, raro, diferente, me da igual el adjetivo, ha sido un año de quitar lastre, de apartar esa maleza que te impide ver esas pequeñas flores creciendo, un año de quedarse con lo verdaderamente importante, con esas pequeñas cosas que merecen la pena y que la mtb nos ayuda a apreciar, con esas cosas que te hacen ver el mundo con otro ojos. Yo sigo con mis tonterías, con mis pajaritos en la cabeza, con mis montes y mis gilipolleces que a nadie le importan, con mis amigos que están cuando los necesitas, con mi familia, con mi tío, con mi hermana, contigo,... olor a aire fresco, a lluvia, a viento, a ilusión, a vida...
Acaba el año que empezó raro, que empezó con idas y venidas, con lágrimas en los ojos, con lluvia y tormentas, con un alma partida, con la participación en el PTOpenXCR donde redescrubimos de nuevo sensaciones perdidas y donde nos llenó de nuevo el alma. Empieza el 2011 lleno de vida, de ilusión, nuestra mente otra vez en Portugal, con nueva bici que llegará en un par de meses, con nuevas ideas y proyectos,.. con momentos que iremos desgranando y disfrutando, con las piernas llenas de ganas de dar pedales y el corazón latiendo, sin descanso, con una sensación de plenitud que no se cambia por nada del mundo. Nuevamente nos sentimos vivos, con ganas, mañana abriremos otra vez la puerta y dejaremos entrar una vez más todo ese aire fresco que acaricia suavemente tu mejilla, se enreda entre tu pelo y te arranca esa dulce sonrisa...
Me voy de nuevo al reencuentro con la montaña, con los orígenes, con una de las rutas que suelo hacer habitualmente y que son de las primeras que hacía cuando empece con la bici.
Los árboles una vez más, se inclinan, protegen, escuchan tus historias, tus tonterías, tus batallas, las piedras atónitas escuchan...
Nos vemos
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