lunes, 29 de junio de 2009

24 horas

24 horas dan para mucho. Si, mis 24 horas empezaron el viernes y acabaron el domingo. Hace tiempo sin recordar como, me vi con ganas y entusiasmado por esto, me liaron y sin saber como me apunte. Así que nos pusimos a preparar un poco la prueba para no morir en el intento. Objetivos eran claros, vivir una experiencia inolvidable y no morir en el intento. Así ha sucedido, el objetivo se ha cumplido.
Ya días antes consumiendo información del terreno, experiencias de otras personas, anécdotas, todo lo que se podía se leía y se prestaba atención.
Lista de cosas a llevar para que no se me olvidasen la mitad. Pedir el viernes libre en el trabajo para viajar con calma y el lunes siguiente para poder descansar algo después de lo que nos esperaba, que nunca se sabe como se va a acabar un evento de este tipo ya que era la primera vez que acudía.

Así que llego el fatídico viernes y pasé la mañana con una amiga, con un pincho y un zumito para hacer mas llevadera la "larga" espera. Al mediodía quedé con un amigo al que no hizo falta insistir mucho para que se animara a acompañarnos y echarnos una mano en la logística que nunca esta de más y el labor que realizan es grande, sin ellos sería todo mucho más difícil. Con todos los trastos que me llevaba parecía que íbamos para una semana. Llegó la hora, quedar, llenar la furgo, hacemos una segunda parada para coger mas trastos de otros amigos que también iban para allá y todos juntos para Madrid. Un pequeño viaje comparado con lo que nos espera al día siguiente.
Llegamos, hora de descargar y asentarse en el lugar donde nos había asignado la organización, montar todo el tinglado


cenar


unas charlas y unas risas para terminar de disfrutar hasta la hora de ir a la cama.

Al día siguiente despertamos, desayunamos y a preparar todo para empezar a dar vueltas y vueltas. Preparados para la salida, un sms, un gesto de animo y un beso te hacen sentir diferente, con ánimos e ilusión. Empezamos, doy tres vueltas pero hace muchísimo calor y paro a beber y comer algo, cada botellín no me llegaba ni para una vuelta, bebía y bebía y parece que el cuerpo no daba a basto para absorber tanta agua. Paro un rato y vuelvo a salir, el calor sigue apretando y tengo que parar otra vez después de otras tres vueltas porque las zapatillas habían cogido demasiado calor y me quemaban los pies. Paro y vuelvo a salir, vuelvo a parar, se hace de noche y voy con una amiga y compañera de equipo para hacer un poco mas amena la noche, vuelvo a parar, un rato a dormir, me quedo un poco trastocado y vuelvo a salir, vuelvo a parar y decido no salir mas. Ya el paso de las horas se nota y como no me juego nada pues no me importa dar una vuelta más o una menos y mi culo, seguro que me lo agradecerá. No fue uno de mis mejores días y me quedo con la sensación de haber podido hacer más. Quizás para otro año.
Recogida de premios (no nos venimos vacíos de allí)


y vuelta para casa con todos esos recuerdos, momentitos entre descanso y descanso


o en el propio circuito o esas mini-charlas entre idas y venidas, ese desayuno, o esa post-comida. Lo verdaderamente importante es esto.

Unas fotos más...


Ya pensamos en la siguiente...

Nos vemos

lunes, 8 de junio de 2009

Me siento feliz

Hay veces que paro un momento de dar pedales, me descuelgo un poco y observo a la gente que me rodea. Les miro, me callo y sonrío. Si ellos son felices no me hace falta mucho más, yo también me siento feliz. Veo que siguen conservando los mismos ánimos y la misma ilusión que tenían cuando les conocí hace ya algún tiempo, que no pierdan esa ilusión, les hace mantenerse siempre como críos. Disfrutando y haciendo disfrutar el momento, cada instante.

Las riquezas están donde están los amigos. El verdadero tesoro de nuestro tiempo y el que menos nos preocupamos por conservar.

Solo deseo que el tiempo se pare en este rincón del mundo y que siempre esteis ahí, sonriendo y como sois ahora mismo.

Nos vemos.