Ya vuelvo a estar en "on" y aquí os dejo un cuento que me llego hace bastante tiempo.
"Un hombre llega a un precioso pueblo y en medio de la enorme belleza de aquél pueblo ve un cementerio.
Entristecido, empieza a leer lápidas. Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y un día. Sintió pena al pensar en la muerte de un niño de tan corta edad, pero siguió caminando y al ver la siguiente leyó que había vivido 5 años, 8 meses y 3 semanas. Así una detrás de otra.
Terriblemente conmocionado, vio que todos habían vivido como mucho 11 años. Se sentó a llorar desconsolado hasta que el cuidador le preguntó por quién lloraba.
Le contesto: "¿Qué terrible maldición ha condenado a este pueblo que todos han muerto siendo tan niños?"
El cuidador le contestó que no existía tal maldición, que en el pueblo había una vieja costumbre. Cuando un niño cumplía 15 años, le regalaban una libreta que siempre llevaría consigo. Cada vez que disfrutara intensamente de algo se anotaba a la izquierda que fue lo disfrutado y a la derecha cuanto tiempo duró.
Cuando alguien se muere anotamos y sumamos el tiempo de lo disfrutado para escribirlo en su tumba porque para nosotros ese es el único y verdadero tiempo vivido."
Yo hace, relativamente, poco tiempo que ando con la mtb y aunque no tengo esa libretita donde voy apuntando las cosas que me van sucediendo si que guardo en mi mente cada recuerdo, cada mañana, cada ruta que hago con mi mtb, cada rato que paso contigo y cada rato que pierdes leyendo este blog.
Para mi la mtb es mucho más que dar pedales.
Que cuando llegue nuestro día, nos entierren con todos esos años realmente vividos y con todos nuestros recuerdos. Que cada día que hayamos vivido haya merecido la pena por uno u otro motivo.
De momento sólo nos queda seguir "acumulando" años, no lo olvides. Aprovecha alguno de todos estos días de fiesta que tenemos por delante.
Nos vemos
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